Washington, D.C. – Mientras los fanáticos del fútbol americano y sus familias en todo el país se preparan para el gran juego este fin de semana, también deben prepararse para gastar mucho más en sus comidas favoritas del Super Bowl.
Gracias a la inflación de Biden y los gastos imprudentes de los demócratas, el precio de los alimentos está por las nubes y no se espera que bajen en el futuro cercano. Se estima que la comida para la celebración del Super Bowl este año podría costar un 14 por ciento más y los estadounidenses no se van a olvidar de esto en un corto plazo.
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